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11 Mar 2019
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Idiomas

El español avanza en Taiwán, sede de gobernación hispana en el siglo XVII

Francisco Luis Pérez/EFE

Es uno de los principales idiomas extranjeros y está diversificando su presencia desde su bastión tradicional, las universidades, al bachillerato y otros lugares

El español es uno de los principales idiomas extranjeros en Taiwán, sede de una gobernación hispana entre 1626 y 1642, y está diversificando su presencia desde su bastión tradicional, las universidades, al bachillerato y otros lugares.

El atractivo de los países hispánicos y de sus gentes y la fama de su pintura, danza, música, literatura y cine han llevado a muchos taiwaneses a este idioma.

«El español me permite comunicarme con mucha gente del mundo, entender a los españoles y latinoamericanos en mis viajes, y espero que me ayude a encontrar un buen trabajo», dice Leticia Fang, estudiante universitaria.

Otros se han vuelto locos por el español tras enamorarse del flamenco, detectar oportunidades de negocio en Latinoamérica y España o prendarse del fútbol de la selección española, del Real Madrid y del Barcelona o del tenis de Rafael Nadal.

«No me pierdo ningún partido televisado de fútbol de España o de equipos españoles», dice una estudiante del Departamento de Español en la universidad de Tamkang, fundado en 1962.

En la actualidad, cinco universidades ofrecen la carrera de Filología Hispánica y otros 32 cursos de español, idioma también usado en la prensa, como en varios programas de la Radio Internacional de Taiwán o en revistas y periódicos oficiales editados en la lengua de Cervantes.

Pero ahora el español ya ha saltado de las universidades a la calle y muchos lo estudian en academias de idiomas, programas de extensión universitaria, universidades comunitarias e instituciones públicas, incluyendo las de la Policía y el Ejército.

«No existen cifras concretas sobre esta expansión del español en contextos no académicos formales, pero hay un alza notable en el número de nuevos programas y organizaciones que lo ofrecen», según el profesor José Miguel Blanco, promotor de la revista SinoELE, especializada en la enseñanza del español para hablantes de chino.

Las últimas estimaciones apuntan a que hay unos 2.500 estudiantes de carreras de español, unos 3.200 en otros programas universitarios y algo más de 6.300 en bachillerato, lo que sitúa al español en tercer lugar entre las lenguas extranjeras en las universidades y en cuarto en el bachillerato.

En los 60 y los 70, ante la perspectiva de despegue económico en Latinoamérica y España y el gran número de aliados diplomáticos con los que contaba la isla, se iniciaron las carreras de español en las universidades de Tamkang y Fujen, con históricos maestros como Remedios Bardina, la madre Ángeles de Dios Trilla, Chen Yea-hong y José Ramón Álvarez.

«Muchos diplomáticos taiwaneses y varios viceministros estudiaron español como carrera en décadas pasadas», dice el propio Álvarez, quien fue decano de la Facultad de Lenguas Extranjeras y director del Departamento de Español de la universidad de Fujen.

Sin apoyos oficiales de España o Latinoamérica, pero con el del Gobierno taiwanés y los profesores hispanos y taiwaneses, el español se expandió con fuerza en los 80 y los 90, pasando de sólo dos carreras a las cinco actuales.

«No sólo se dieron clases sino que se sacaron diccionarios chino-español y español-chino como el de los jesuitas, junto con revistas como Encuentros en Catay y traducciones de numerosas obras literarias hispánicas al chino, dirigidas por el profesor Manuel Bayo», señaló Álvarez.

En las primeras dos décadas del nuevo milenio se multiplicaron las becas para estudiantes de Latinoamérica y España, lo que amplió la presencia cultural y la enseñanza privada del español en la isla, así como la de las actividades musicales y de ocio.

Los taiwaneses también estudian en el bachillerato sobre la presencia hispana en la isla durante el siglo XVII, que ha dejado algunos nombres, como el del cabo Santiago (Santiaojiao) en el extremo norte, y restos de fuertes, como el de Santo Domingo en Tamsui.

Sin embargo, pocos saben que en 1592 murió allí el dominico español Juan Cobo tras naufragar en el piélago durante una expedición de Japón a Filipinas antes de la publicación de su traducción del ‘Beng Sim Po Cam’ (‘Espejo Rico del Claro Corazón‘), el primer libro chino traducido a un idioma occidental.

Tampoco es muy conocida la existencia de palabras del dialecto taiwanés como «pan», que proceden del español o el portugués, propaladas por los misioneros jesuitas en Japón y los propios nipones, que controlaron la isla de 1895 a 1945.