El turismo idiomático pierde su temporada alta
RedacciónLas escuelas de español para extranjeros, que han tenido que cerrar por la pandemia, esperan retomar su actividad en otoño
El sector de turismo idiomático está siendo uno de los más afectados por la pandemia de la Covid-19. Tanto las universidades e instituciones públicas como las escuelas privadas que cada año traen a España, a estudiar castellano, a cientos de miles de alumnos extranjeros cesaron su actividad a comienzos de marzo y no ven la posibilidad de reabrirla hasta al menos el final del verano o las primeras semanas de otoño. «En febrero pasado ya tuvimos las primeras cancelaciones, sobre todo de alumnos que nos vienen de Asia. En marzo cerramos prácticamente todas las escuelas y ahora estamos solo con algunos talleres gratuitos en línea y sin ningún ingreso. El impacto económico es enorme, porque para la mayoría de nosotros la temporada alta va de marzo a agosto, y este año ha quedado totalmente perdida», comenta a Archiletras Mari Carmen Timor, presidenta de Fedele y fundadora y directora de la escuela Tlcdénia (en la foto superior). En un reciente informe, Fedele calcula que la crisis por la pandemia le supondrá este año al sector unas pérdidas de facturación de unos 234 millones de euros.
Fedele (Federación Española de Asociaciones de Escuelas de Español para Extranjeros) está compuesta por siete asociaciones regionales que engloban a 102 escuelas privadas que en 2019 trajeron a sus cursos en España a más de 138.000 alumnos. El sector privado cuenta además con otro medio centenar de escuelas no integradas en Fedele. La mayoría de las escuelas son centros acreditados por el Instituto Cervantes y realizan exámenes y expiden títulos de Dele (Diploma de Español como Lengua Extranjera) y CCSE (Conocimientos Constitucionales y Socioculturales de España), a los que se presentan por lo general extranjeros residentes en nuestro país. «Todos los exámenes para esos semanas previstos para marzo, abril y mayo se han pospuesto, esperamos volver con ellos en junio», comenta Timor.
En un comunicado público, la presidenta de Fedele ha solicitado al Gobierno más apoyo y medidas especiales «para garantizar la supervivencia» de un «sector ligado a la economía del conocimiento y que recibe estudiantes de todo el mundo que tienen interés por la lengua y sobre todo por nuestra cultura». Son, según Timor en su comunicado, «unos viajeros que desestacionalizan el turismo viajando en cualquier época del año, y que tienen un gasto medio por estancia mayor que la media del sector turístico. Las escuelas representan un colectivo que además de emplear a miles de profesionales cualificados, ofrece trabajo indirecto a muchas familias de acogida, hoteles, agencias de viaje, empresas de transportes, guías turísticos, restaurantes y comercios locales».
El turismo idiomático a España estaba desde hace años en continuo auge. Los principales países emisores de alumnos son los europeos (Italia, Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda y Austria, en ese orden), seguidos de Estados Unidos y de Asia (China y Corea del Sur, sobre todo). Los cursos en las escuelas privadas tiene una duración media de unas tres semanas, y los alumnos los suelen hacer durante sus vacaciones académicas o profesionales. Pero hay también cursos más largos, de hasta 6-8 meses, con alumnos -la mayoría asiáticos- que buscan un dominio del idioma suficiente como para poder entrar después en alguna universidad española para cursar una carrera superior. Hay estudiantes de una y otra modalidad que vienen de modo individual, por su cuenta, y otros que lo hacen en grupos, con sus profesores y en programas cerrados.
Argentina y México son los dos principales competidores de España en turismo idiomático. Ambos tienen cerca un gran mercado emisor de alumnos: Brasil los primeros y Estados Unidos los segundos.