La impostura del escritor díscolo
La naturaleza ansiosa del arquetipo de escritor asilvestrado y borracho no es compatible con la rutina y la templanza necesarias para escribir novela. Quien pretende dárselas de díscolo y sin embargo publica tochos de quinientas páginas perfectamente estructurados es, a todas luces, un impostor. Y me parece fenomenal.
Daniel Díaz