¡Firmes!
En el universo todo se mueve, no hay nada que permanezca quieto en la gran coreografía de los astros. Y, sin embargo, de noche miramos al cielo y a ese gran ballet lo llamamos «firmamento», como si las estrellas detuvieran su curso y posaran un poco trémulas, quizá recobrando el aliento un instante.
Óscar Esquivias