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26 Nov 2018
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Léxico profesional

Del aperturismo al sanchismo

Carlos Santos

En la octava década del siglo XX, los políticos españoles hablaban de «pueblo»; en la primera del siglo XXI de «ciudadanos»; y en la segunda, de «gente». En los años 70 esa gente, esos ciudadanos y ese pueblo reclaman «libertad», en los 80 expresan «desencanto», en los 90 denuncian «corrupción»; ya en el siglo XXI, sufren una «crisis», se muestran «indignados» y exigen «dignidad». Este breve diccionario, sin valor científico, pero con memoria, se asoma al lenguaje político de un periodo en el que hemos pasado de la reconciliación nacional al unilateralismo, de la pertinaz sequía al cambio climático, del crimen pasional a la violencia machista, del desarrollismo a la gentrificación, de la militancia a la afiliación, de la consigna al argumentario, del tejerazo al tijeretazo, de la blasfemia a las ofensas a los sentimientos religiosos, de los presos políticos a los políticos presos, del aperturismo al sanchismo y de la verdad a la posverdad. No estarán todas las que son, pero son casi todas las que están.

Acoso sexual. . Concepto incorporado al lenguaje político, periodístico y jurídico bien entrado el tercer milenio. Las mujeres saben muy bien lo que es desde tiempos inmemoriales.

Actuación. Acompañada por el adjetivo «municipal», dícese de la obra pública financiada por un ayuntamiento. En el siglo XX, los alcaldes hacían «obras»; en el XXI, «actuaciones».

Adhesión inquebrantable. . Expresión de máxima lealtad política en la dictadura. En la democracia se sigue practicando aunque no se llame así o se dé un rodeo: «Quien se mueve no sale en la foto».

Adulterio. Persona que pertenece a un partido político. A partir de los años 80 va sustituyendo al término «militante», que cae en desuso. La militancia implica compromisos, como la pertenencia a un ejército; de la afiliación se esperan privilegios, como la pertenencia a un club.

Aforado. Beneficiario de un especial estatus jurídico cuya existencia no advierten los demás ciudadanos hasta que llevan cuarenta años de democracia, treinta de corrupción y diez de crisis.

Ajuste. Sustantivo utilizado por los gobernantes entre 2008 y 2018 para referirse al recorte de sueldos y de servicios públicos. En la dictadura, más toscos pero más líricos, usaban una metáfora: «ajustarse el cinturón».

Amnistía. Exoneración de responsabilidades a defraudadores de Hacienda y evasores de capitales, a quienes se permite regularizar su situación con mínimo coste. El ministro que la lleva a cabo lo llama «medidas excepcionales para incentivar la tributación de rentas no declaradas».

Antisistema. Persona o movimiento favorable a la desaparición del actual sistema político y económico. El primero que se recuerda es Jon Manteca, un joven mendigo, cojo y punki que en 1987 destroza con su muleta mobiliario urbano mientras los estudiantes en huelga contra un ministro socialista gritan «¡Al rebote, Maravall el que no bote!». La palabra reaparece ahora entre grupos políticos minoritarios, pero con representación parlamentaria.

Aparato. Viene del latín y, políticamente, del ruso (apparátchik). Dícese de los que mandan en una organización política o viven de ella.

Aperturismo. Movimiento político liderado a principios de los años 70 por franquistas en proceso de reciclaje, como Manuel Fraga, que proponen abrir la mano a otras ideas, pero no a todas.

Argumentario. Documento de propaganda utilizado por la dirección de un partido para difundir instrucciones dándoles apariencia de razón. Los primeros los emite el PP en tiempos de Aznar. A diferencia de las tradicionales consignas (vid.), los argumentarios no solo se hacen llegar a afiliados sino también a periodistas afines.

Asamblea. En los años 60 y 70, reunión donde personas ajenas al poder dominante intercambian ideas y preparan estrategias: asambleas de trabajadores, de estudiantes, sindicales... En la iglesia del «espíritu evangélico» (vid.) se utiliza esa palabra para referirse a la misa. Entrado el siglo XX reaparece en versiones tales como las «asambleas de indignados» o «asamblea nacional catalana».

Asamblearismo. Movimiento político que se distingue por tomar decisiones en asambleas, mediante votación directa y no a través de estructuras jerárquicas o representativas. Extinto en los años 80, resucita en la segunda década del siglo XXI.

Bases. Cuando un partido de izquierdas hablaba de «las bases» en los años 70 y 80, se refería a las bases militares americanas. Cuando un partido de izquierdas habla de «las bases» en la actualidad, se refiere a sus afiliados y simpatizantes, cuya existencia recuerdan de tarde en tarde los dirigentes.

Batasuno. Simpatizante de Herri Batasuna y de otros grupos satélites de ETA. Pese a la inactividad de ETA y el cambio de nombre de esos grupos, se sigue usando coloquialmente como sinónimo de independentista o abertzale.

Beautiful people. Nueva clase social que al socaire del poder político accede al poder económico en los últimos años del felipismo. A diferencia de los ricos de generaciones anteriores, sus miembros tienden a hacer pública ostentación de su riqueza.

Blasfemia. Alusión insultante, despectiva o crítica a dioses, personajes y objetos de una religión. En España fue delito penal hasta bien entrada la democracia (vid. Ofensa a los Sentimientos Religiosos).

Bloque monárquico. Denominación utilizada por Pablo Iglesias para referirse en tono peyorativo a los partidos políticos que se sienten a gusto con la Constitución.

Bloque soviético. Alianza de países comunistas liderada por Rusia en los años de la Guerra Fría.

Brecha salarial. Diferencia de salarios, por un mismo trabajo, entre hombres y mujeres. Aunque existe desde que la primera mujer se incorporó al mercado laboral, la expresión no es de uso común hasta la segunda década del siglo XX.

Búnker. En la Transición, sectores del poder político y militar partidarios de la permanencia del franquismo tras la muerte de Franco.

Cadena perpetua. Condena de cárcel de por vida, vigente en algunas constituciones pero no en la española de 1978 (vid. Prisión permanente revisable).

Café para todos. Expresión usada en los años 80 por los promotores de reformas legales encaminadas a la «armonización del proceso autonómico», poniendo fin o echando el freno a las singularidades.

Cambio. «¿Qué es el cambio?», preguntó el periodista José Oneto en 1982 al candidato socialista Felipe González, cuyo eslogan electoral era «Por el cambio». «Que España funcione», respondió González. Desde entonces, la palabra ha formado parte de programas y lemas electorales de PSOE, Izquierda Unida, PP, Ciudadanos, Podemos... En su fallido discurso de investidura, en 2016, Pedro Sánchez la pronunció 54 veces; en su triunfal moción de censura de 2018, 57 veces. Será que España todavía no funciona.

Cambio climático. Junto con «calentamiento global», la expresión se ha incorporado al discurso de todos los partidos, incluidos aquellos cuyos líderes presumían de tener primos especializados que negaban su existencia. En la dictadura se hablaba, como mucho, de la «pertinaz sequía».

Cantautor. Personaje incómodo para el poder establecido, en la dictadura, que expresaba en discos o en conciertos, con poemas y canciones, lo que los ciudadanos no podían, no sabían o no se atrevían a expresar. Algunos terminan en comisaría o encarcelados, por aplicación de la legislación vigente (vid. rapero).

Carrillista. impatizante de Santiago Carrillo, histórico dirigente del Partido Comunista. En desuso.

Casta. Neologismo utilizado por los líderes de Podemos para referirse a los ocupantes de las instituciones políticas hasta que Podemos se incorpora a las instituciones políticas.

Censura. Hasta octubre de 1977, cuando entran en vigor los Pactos de la Moncloa, trabajo que lleva a cabo un funcionario del Estado que se ocupa, tijera en mano, de que los contenidos de los espectáculos se ajusten a la moralidad vigente; o sea, la suya (vid. Ley Mordaza).

Centroderecha. Eufemismo utilizado por los políticos y partidos conservadores españoles para referirse a sí mismos sin usar la palabra «derecha».

Chicos. Eufemismo utilizado durante décadas por los nacionalistas vascos para referirse a los terroristas de ETA y a los activistas de sus grupos afines: «Esos chicos...».

Círculo. «Agrupación voluntaria y abierta» que está en la base de la estructura organizativa de Podemos. La palabra se utilizaba en el siglo XIX para sociedades recreativas o culturales («Círculo Mercantil e Industrial»), en los años 60 como elemento estructural de la OJE, rama juvenil de la Falange («círculo de arqueros», «círculo de cadetes»...) y en los 70 para referirse a determinados estamentos: «círculos políticos, financieros, económicos...»

Comando. Concepto castrense utilizado con máxima naturalidad por políticos y periodistas, no solo por terroristas, para referirse a los grupos armados de ETA.

Comisión. 1.- Grupo de trabajo que se crea en parlamentos y otras instituciones para aplazar sine die la solución de un problema. 2.- Dinero ilegal obtenido a cambio de facilitar contratos de obras o servicios públicos (vid. Porciento).

Comunidad Autónoma. Uno de los conceptos más repetidos en la Constitución española, junto con Ley, Congreso, rey, presidente, Constitución y España.

Confluencia. Palabra utilizada por Podemos para referirse a sus socios. A diferencia de alianza o coalición, que implican voluntad de sumar fuerzas para un fin, confluencia transmite la imagen seráfica de movimiento natural, espontáneo, de quienes coinciden en la búsqueda de un objetivo.

Consenso. Pacto político a varias bandas que hace posible la Constitución de 1978. «Hay consenso cuando se toleran y se convive con las ideas del otro, aunque sean discordantes», escribió el jesuita Martín Patino, que vivió junto al cardenal Tarancón ese proceso.

Consigna. Instrucción de obligado cumplimiento que la dirección de un partido impone a sus militantes para que defiendan sin fisuras sus decisiones y estrategias políticas (vid. Argumentario).

Contrato basura. Expresión utilizada en la segunda mitad de los años 80 cuando, al hilo de un espectacular crecimiento de la economía y el empleo, buena parte de los contratos laborales estaban por debajo del umbral de dignidad (vid. Empleo precario).

Contubernio. Alianza de adversarios de Franco, según Franco. El dictador usa esa palabra en numerosos discursos, incluido el último que da en la Plaza de Oriente: «Todo lo que en España y Europa se ha armao (sic) obedece a una conspiración masónico-izquierdista, en contubernio con la subversión comunista en lo social que si a nosotros nos honra a ellos envilece». En discursos anteriores, en el contubernio solía incluir también a los judíos.

Copago. Eufemismo popularizado por el Gobierno en la segunda década del tercer milenio para referirse al doble pago de los medicamentos: en impuestos, primero, y en cash, después.

Corrupción. Una cosa terrible que hacen muchos, pero siempre otros.

Crecimiento negativo. Eufemismo utilizado por los gobiernos de Zapatero y Rajoy para eludir la palabra «recesión».

Cuñadismo. llevada a la práctica por toda suerte de gobernantes, desde Isabel II hasta Fraga, pasando por Franco y Suárez, que consiste en colocar cuñados en puestos de responsabilidad. 2.- En el siglo XXI, doctrina filosófica que consiste en defender simplezas con máxima vehemencia, como si fueran verdades irrefutables.

Cura obrero. Subespecie de sacerdote católico, con sensibilidad social, común en los años 60 y 70. Extinta.

Demagogo/gico/ia. En la Transición y primeros años de la democracia, se consideraba grave insulto llamar «demagogo» a un adversario. En la política actual es acusación habitual y... no siempre infundada.

Derecha. Según la RAE, «Denominación habitual de las opciones políticas conservadoras». En España los partidarios de esas opciones se presentan a sí mismos como «centro» o «centroderecha».

Desaceleración. Eufemismo del Gobierno de Zapatero para eludir la palabra «crisis».

Desencanto. El título de una película estrenada en 1973 sirve en años posteriores para hacer referencia a la frustración de ciudadanos que, habiendo participado en la transición democrática o habiendo depositado en ella sus ilusiones, consideran insuficiente o errado el rumbo posterior.

Destape. Movimiento estético de los años 70 que consiste en enseñar en películas, obras de teatro o revistas partes del cuerpo de la mujer que nunca se habían visto. Muchos franquistas descubren, gracias al destape, que esto de la libertad tiene su gracia.

Devaluación. Hasta la llegada de la moneda única europea, medida política para rebajar el valor de una moneda.

Devaluación competitiva de los salarios. Desde la llegada de la moneda única europea, conjunto de medidas políticas encaminadas a una rebaja masiva de sueldos.

Dignidad. Si en los años 70 en las calles se reclamaba «libertad» en los años 10 del tercer milenio se reclama «dignidad». Las políticas económicas contra la crisis han dejado a buena parte de la población por debajo del umbral de dignidad.

Empleo precario. Expresión utilizada en la segunda década del siglo XXI cuando, al hilo de un espectacular crecimiento de la economía y el empleo, buena parte de los contratos laborales están por debajo del umbral de dignidad (vid. Contrato basura).

Empoderar. Según la RAE, «hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido». Palabra de uso reciente. Antes nadie la usaba y, si alguien la usaba, nadie la entendía.

Errejonista. Seguidor de Iñigo Errejón, por un tiempo número dos de Pablo Iglesias, líder de Podemos (vid. Guerrista).

Escrache. Método de protesta importado de América Latina que consiste en montar una manifestación a medida a un personaje público, a quien se traslada de manera directa la queja o la crítica, con gritos y pancartas.

Espíritu evangélico. Ideología religiosa, social y política que en la segunda mitad de los años 60 y primera de los 70 sustituye al «nacional-catolicismo» que daba cobertura moral a la dictadura.

Externalización. Neologismo utilizado para hacer referencia a la privatización de servicios públicos.

Facha. Término coloquial para referirse a una persona fascista o extremadamente reaccionaria.

Felipismo. Movimiento y periodo político liderados por Felipe González. La expresión se utiliza desde 1979, cuando González saca el marxismo de la definición ideológica de su partido. «La corriente felipista domina claramente el congreso extraordinario del PSOE» titula ese mismo día el diario El País.

Feminismo. Defensa de la igualdad de derechos de las mujeres y los hombres, tan sencillo como eso. Pese a que parecería lógico que todos los demócratas fueran feministas, muchos usan esta palabra en términos peyorativos y otros creen, erróneamente, que es el femenino de machismo.

Flexibilización de plantillas. Expresión utilizada en tiempos de crisis para referirse a los despidos masivos.

Franquismo sociológico. Ideología de quienes en los últimos años de Franco están contentos con su suerte, aunque no sean activos defensores de la dictadura. Su evolución en favor de una reforma política será decisiva para entender el tránsito de esos años.

Gai. Palabra de origen occitano para referirse a homosexual. Su primer uso público en España se debe al grupo de activistas catalanes Front d’Alliberament Gai. En los años 90, a medida que los homosexuales comienzan a «salir del armario», se incorpora al lenguaje político y periodístico que, por contaminación con el término inglés gay, cambia por y griega la terminación original.

Gente. Expresión utilizada por algunos líderes de Podemos para referirse a la ciudadanía o el electorado. Podemos representa a «la gente» y hace política para «la gente». En la Transición era más frecuente que los políticos hablaran de «pueblo» y en tiempos de Zapatero los socialistas apostaron por «ciudadanía», que llegó a dar título a una efímera asignatura.

Gentrificación. Si en los años 60 y 70 se hablaba de desarrollismo vertical, en referencia a los usos urbanísticos de la época, en los años 10 se habla de gentrificación. Viene del inglés, gentry, que quiere decir burguesía, y es el proceso por el que esa burguesía ocupa espacios urbanos, hasta entonces poco provechosos para sus intereses, con la consiguiente alza de precios y expulsión de los habitantes con menos recursos.

Golpismo/ta. Expresiones habituales en los años de construcción de la democracia para referirse a quienes desde el Ejército quieren interrumpir ese proceso por la fuerza. Desde 2017, algunos líderes políticos la utilizan para referirse a los implicados en el procés independentista catalán.

Grandes corporaciones. Bancos y empresas que dirigen la política mundial o influyen en ella. Aunque ejercen su poder desde hace siglos, el uso común de esa expresión es reciente en España, donde hasta hace poco se hablaba de «multinacionales».

Guerra sucia. Transgresión de la ley so pretexto de perseguir a quienes transgreden la ley. La expresión se populariza en los años 80 tras la aparición del GAL, grupo terrorista auspiciado desde los aledaños del Estado para acosar a los terroristas de ETA.

Guerrista. Seguidor de Alfonso Guerra, por un tiempo número dos de Felipe González, líder del PSOE (vid. Errejonista).

Hecho biológico. Eufemismo utilizado en los últimos años de la dictadura para referirse al eventual fallecimiento del dictador. Palabras como «muerte» o «defunción» están fuera del discurso político hasta que el 20 de noviembre de 1975 se produce el hecho biológico, propiamente dicho.

Honorable. Adjetivo que tradicionalmente acompañaba al cargo de president de la Generalitat de Catalunya. Utilizado en tiempos de Josep Tarradellas y en los primeros años de Jordi Pujol, ha caído en desuso por razones que no vienen al caso.

Impuesto revolucionario. Dinero que empresarios y profesionales pagaban a la organización terrorista ETA tras recibir amenazas, para evitar problemas o por simpatía hacia la causa.

Jefe de Estado. Como la expresión se asoció durante cuarenta años a Franco, por quien se rezaba incluso en las misas («... por nuestro jefe de Estado, Francisco»), en las primeras décadas de la democracia al jefe del Estado se le suele llamar «rey», sin más. Desde la entrada en escena de Podemos, en 2011, sus dirigentes rescatan la expresión para referirse a SM marcando distancias. A veces las marcan con expresiones menos amables.

Jueza. Femenino de juez. Impensable en los años 70 u 80, su uso es hoy común en el lenguaje político y jurídico, de donde ha pasado al habla común y al diccionario. Lo mismo ocurre con palabras como fiscala, edila, presidenta, médica...

Kaleborroko. Denominación coloquial del participante en la kale borroka, actividad callejera protagonizada en los años 90 y primera década del 2000 por jóvenes vascos simpatizantes de ETA. Con ETA desaparece la kale borroka, pero se sigue llamando coloquialmente «kaleborroko» al participante en disturbios callejeros y al seguidor de determinada estética indumentaria.

Lenguaje inclusivo/incluyente. Promovido desde instituciones públicas y organizaciones políticas, consiste en sustituir el genérico por el desdoblamiento de femenino y masculino: «Compañeros y compañeras», «niños y niñas», «vascos y vascas»... Aunque la RAE lo considera «artificioso e innecesario», es cada vez más habitual como contraposición al «lenguaje sexista».

Lenguaje sexista. Modo de hablar que contribuye a la perpetuación de la discriminación por sexos. Aunque existe desde hace milenios, no se incorpora al diccionario político hasta fechas recientes.

Leninista. Especie política en extinción (por razones históricas conocidas), al igual que otras como «troskista», «maoísta», «pro-soviético» o «pro-chino» muy comunes en la izquierda de la Transición.

Ley Mordaza. Desde julio de 2015, cuando entra en vigor la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, así se llama al artilugio con que Gobierno y jueces se ocupan, ley en mano, de que los contenidos de espectáculos y otras manifestaciones de la libertad de expresión se ajusten a la moralidad vigente, o sea, la suya (vid. Censura).

Liberal/ismo. En la Transición primera, antónimo de conservador. En la democracia, doctrina política defensora a ultranza del libre mercado y una mínima intervención del Estado.

Libertad. Una de las reclamaciones más comunes, junto con Amnistía y Estatuto de autonomía, en las manifestaciones de los años 70 en favor de la democracia. Usted verá, pero a mí todavía me parece una reivindicación interesante.

Lobbies. No existen en la legislación española pero haberlos, haylos, en una suerte de limbo legal donde por lo visto se sienten cómodos.

Maletines. En los años 90 se hace popular esta palabra en referencia al trasiego ilegal de comisiones y porcientos (vid. Sobres)

Marea. Movilización popular que nace como respuesta a las políticas económicas frente a la crisis y se reconvierte en movimiento político, en la órbita de Podemos.

Mercado común. Así llaman todavía los más viejos del lugar a la Unión Europea. El nombre actual es de 1993; y el previo, Comunidad Económica Europea, de 1957.

Mileurista. Neologismo acuñado por la clase media-alta en los años de mayor bonanza económica (primeros del siglo XXI) para referirse a los universitarios que acceden al mercado de trabajo con sueldos que rondan los mil euros. Unos años después esos mismos jóvenes se darán bofetadas por conseguir un sueldo de novecientos.

Militante. Palabra en desuso (vid. Afiliado).

Moción de censura. Mecanismo democrático para sustituir a un presidente del Gobierno sin elecciones. El 31 de mayo de 2018, descubrió su eficacia Mariano Rajoy, que mediante ese mecanismo pasó en unas horas de la Moncloa al restaurante Arahy, mientras Pedro Sánchez se comía su merienda. Históricamente, sirvió para otras cosas. A Felipe Gonzalez, para poner contra las cuerdas a Suárez. A Fraga, para descubrir que Hernández Mancha no le servía como sucesor: la moción que presentó contra González terminó con su carrera... la de Mancha.

Movida. Fenómeno social y cultural de los años 80 en ciudades como Madrid, Vigo o Valencia. Es un cóctel con diversos elementos: la libertad recién estrenada, el ingenio de unas docenas de jóvenes cuya modernidad importa más que su talento y el rejuvenecimiento de unas instituciones que subvencionan toda suerte de iniciativas lúdicas incluido el rock, el pop, las fiestas patronales, los carnavales y otras manifestaciones de la cultura popular.

Movilidad exterior. Neologismo eufemístico utilizado por ministros del gobierno de Rajoy para referirse a la emigración forzosa de jóvenes bien formados.

Multinacionales. vid. Grandes corporaciones.

Nacionalidades. Término incluido en la Constitución como sinónimo de nación para evitar problemas con quienes creían tener la nación en exclusiva. Así se lo explicó el ponente catalán Miquel Roca cuando lo telefoneó Suárez para pedirle explicaciones

Nacionalismo. Doctrina política que por muchos años permitió a partidos mayoritarios en Cataluña y el País Vasco mantener un beneficioso soka tira con el Estado, sin llegar a romper amarras. En los últimos años los nacionalistas catalanes se han pasado al independentismo puro y duro mientras los vascos se han replegado al «nacionalismo moderado», mucho más rentable.

Neoliberal. Uno de esos términos del lenguaje político que solo se usan aplicados a otros. Casi nadie dice de sí mismo «soy facha», «soy pijo», «soy de derechas» o «soy neoliberal»...

Ofensa a los sentimientos religiosos. Alusión insultante, despectiva o crítica a dioses, personajes y objetos de una religión. En España ha vuelto a ser delito penal, curiosamente (vid. Blasfemia).

Orden público. Concepto metajurídico usado en la dictadura y definido en la ley como «el normal funcionamiento de las leyes públicas y privadas». Con la democracia el «orden público» da paso a un concepto completamente diferente: «Seguridad ciudadana».

Otanizar. Neologismo acuñado en los 80 por el independentista canario Fernando Sagaseta para describir el empeño del socialismo gobernante en mantener a España en la Alianza Atlántica.

Pablismo. Dícese del conjunto de seguidores, fanes y beneficiarios de Pablo Casado. 2.- Doctrina política (en construcción).

Padres de la Constitución. Así se llama a los siete negociadores y firmantes de un texto con siete padres y... ninguna madre.

Padres de la Patria. Se dijo por un tiempo de los senadores. Ya no.

Palacio de Oriente. Paradojas del lenguaje político. Así se llamaba al Palacio Real en el franquismo y la Transición, a pesar de que tal palacio estaba y está... en la parte más occidental de Madrid.

Parte, el. En octubre de 1977, por aplicación de los Pactos de la Moncloa, desaparece la obligación de emitir en todas las emisoras de radio el boletín informativo de RNE, conocido como «el parte» porque nació como parte de guerra.

Partido, el. Hasta la muerte de Franco y un par de años más acá, para cientos de miles de españoles «el partido» solo es uno: el Partido Comunista de España.

Partidos emergentes. Expresión que se suele usar así, en plural, para referirse a grupos, como Ciudadanos y Podemos, que se incorporan al mapa parlamentario en la segunda década del tercer milenio.

Pasota/pasotismo. En el diccionario político de los años 80 no suelen figurar, pero deberían, estos términos, más importantes incluso que «desencanto» o «desencantados». Mientras una parte de la población expresa su desencanto con la evolución de la democracia, otra parte, muy numerosa, ejerce el «pasotismo»: distanciamiento de la actividad política, que queda en manos de políticos profesionales.

Patria, patriota, patriotismo. Palabras de ida y vuelta, con resonancias decimonónicas. Utilizadas hasta la saciedad en la dictadura, en los primeros años de la democracia los nuevos líderes dosifican su uso. En la primera década del siglo XXI, los socialistas de Rodríguez Zapatero empiezan a hablar de «patriotismo constitucional» y en la segunda el patriotismo se incorpora al discurso cotidiano de Ciudadanos y Podemos, cuyo máximo dirigente aboga «por un futuro patriótico».

Pedrismo. vid. Sanchismo

Pelotazo. Neologismo nacido a finales de los 80: «Operación económica que produce una ganancia fácil y rápida». Entre los príncipes del pelotazo está Mario Conde, banquero de irregular fortuna.

Pervertido. Palabra habitualmente utilizada hasta bien entrados los años 80 por políticos, sacerdotes, psiquiatras y educadores para referirse al homosexual.

Pitufear. Blanquear dinero de procedencia ilegal con ayuda de colaboradores o «pitufos» que contribuyen con la operación, de grandes dimensiones, con una pequeña dosis cada uno. Políticos valencianos popularizan en España este concepto, oriundo de Colombia.

Poderes fácticos. Expresión utilizada en los años 70 y 80 para referirse a influyentes grupos de presión como la banca, gran empresa, Ejército o Iglesia, ajenos a la estructura formal del poder político. Ahí siguen casi todos, aunque ya no los llamen así.

Poliamor. Vocablo emergente en un país donde hace cuarenta años no existía el divorcio y el adulterio era perseguido por el Código Penal.

Poner en valor. Expresión que entusiasma a alcaldes y concejales para justificar su repentino interés por elementos patrimoniales o asuntos de interés común a los que hasta entonces no habían echado cuenta.

Populismo. Los políticos no coinciden en la definición de este concepto, pero todos lo practican y todos acusan al prójimo de practicarlo.

Porciento. Comisión que la empresa ejecutora de una obra o servicio público entrega al partido que gobierna la entidad contratante. La cifra puede ser superior, pero el 3 por ciento alcanzó gran fama cuando habló de ello en sede parlamentaria el socialista catalán Pascual Maragall. Desde entonces se habla también de «La Catalunya del 3 por ciento» y «Los partidos del 3 por ciento».

Posverdad. En la Transición eran frecuentes las referencias a la verdad, que estaba presente en el ideario católico («La verdad os hará libres, dijo el Señor») y en el marxista («La verdad es revolucionaria», dicen que dijo Gramsci). Los políticos actuales prefieren la posverdad: «Información o aseveración que no se basa en hechos objetivos, sino que apela a las emociones, creencias o deseos del público». O sea, no se trata de una nueva versión de la verdad sino de una nueva versión de la mentira.

Preso político. Persona privada de libertad en los regímenes dictatoriales por sus ideas políticas, sin garantías, sin juicio justo y, con frecuencia, sin haber infringido ningún precepto de la legislación vigente. En fechas recientes, algunos líderes y partidos han rescatado esta expresión para referirse a políticos encarcelados por la presunta comisión de delitos tipificados en las leyes emanadas de la Constitución democrática.

Préstamo en condiciones favorables. Eufemismo utilizado por los ministros de Rajoy para eludir la palabra «rescate».

Primarias. Intentando frenar su caída libre, tras la derrota de 1996, los socialistas pergeñan un sistema de elección de dirigentes y candidatos, copiado de los franceses, que persigue una mayor implicación de los afiliados y una mejora de la imagen popular de los candidatos. No son pocos los que se han arrepentido de abrir esa vía, utilizada hoy por otros partidos, con desigual fortuna.

Prisión permanente revisable. Retorcido eufemismo que se utiliza en 2015 para incorporar a la legislación española una suerte de cadena perpetua camuflada.

Privatizaciones. Expresión clave en la política económica de los años 90. Frente a las «nacionalizaciones» defendidas históricamente por la izquierda, la derecha inicia un proceso de privatización de servicios públicos que comienza con la venta de empresas del sector energético, financiero o industrial.

Procés. Movimiento político promovido por los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya, los neoindependentistas de la extinta Convergencia i Unió y los antisistemas de la CUP para acceder a la instauración de una República Catalana Independiente.

Progresista. Persona o colectividad de ideas avanzadas. Palabra de uso corriente en la Transición, luego cayó en desuso. El diminutivo «progre» se usa incluso en términos peyorativos.

Pueblo. De uso común en el lenguaje político de la dictadura y la Transición, con la consolidación de la democracia da paso a palabras como «electorado», «ciudadanos», «ciudadanía» o «contribuyentes». Ya entrado el siglo XXI, algunos partidos presumen de representar a «la gente» con el mismo desparpajo con que otros hablaban antaño de representar al «pueblo».

Puerta giratoria. Mecanismo que permite a los políticos mantener ingresos y poder el resto de sus días, aunque haya terminado el periodo para el que fueron elegidos. La expresión se hace popular en las primeras décadas del siglo XXI, pero en la octava del siglo XX ya se decía de personajes como Rodolfo Martín Villa o Manuel Fraga, «toda su vida subidos al coche oficial».

Rapero. Personaje incómodo para el poder establecido, en la democracia, que expresa en discos o en conciertos, con poemas y canciones, lo que los ciudadanos no pueden, no saben o no se atreven expresar. Algunos terminan en comisaría o encarcelados por aplicación de la legislación vigente (vid. Cantautor).

Reconciliación Nacional. Concepto utilizado por primera vez en 1955, en un artículo, por el dirigente comunista en el exilio Santiago Carrillo. En 1959, cuando accede a la secretaría general del PCE, lo incorpora a la estrategia del partido. Implica una decidida voluntad de pacto que se hace realidad tras la muerte del dictador entre aquellos que han luchado contra la dictadura y esos que, desde el régimen, no creen posible el franquismo sin Franco.

Reconversión Industrial. Elemento clave e impopular de la política económica practicada en los años 80 por el Gobierno de Felipe González.

Reforma. Tránsito de la dictadura a la democracia utilizando como punto de partida la legislación de la dictadura. Entre la reforma y la ruptura, en esos años se abre paso la «ruptura pactada». Aunque haya elementos reformistas en el plano institucional, la nueva Constitución supone una nítida ruptura con el pasado.

Reformas estructurales. Expresión utilizada por los ministros de Rajoy para evitar hablar de recortes de servicios, sueldos y presupuestos.

Régimen. Expresión usada en el franquismo para referirse al conjunto de poderes que constituyen la dictadura, emanada de un triunfo militar tras una sublevación contra el orden constitucional.

Régimen del 78. Stricto sensu, el régimen establecido por la Constitución de 1978 es la democracia (una de las más avanzadas del mundo conocido). Sin embargo, en los primeros años de la actual década algunos usan esa expresión para descalificar a quienes construyeron esa democracia y a quienes gobernaron desde entonces.

Rescate. Intervención de la política económica de un país por parte de las instituciones europeas ante la manifiesta incapacidad de su Gobierno.

Revisionista. Nadie sabe a ciencia cierta lo que significa, pero en la izquierda comunista de la Transición se consideraba un gravísimo insulto.

Rey emérito. La abdicación del rey Juan Carlos, en 2014, obliga a incorporar con prisas al lenguaje institucional una nueva expresión, «rey emérito», con su correspondiente plural, «reyes eméritos». Desde entonces, España tiene cuatro reyes, como la baraja.

Rodillo. Práctica parlamentaria consistente en que la mayoría aplaste a las minorías. La practicaron con denuedo el PSOE y el PP, en sus buenos tiempos.

Sables, ruido de. Expresión muy utilizada durante la Transición y en los primeros años de la democracia para referirse a la actividad golpista en los cuarteles.

Sanchismo. Filosofía de la vida basada en la defensa de los intereses materiales y su inmediata satisfacción, frente a los elevados ideales del quijotismo. 2.- Dícese del conjunto de seguidores, fanes y beneficiarios de Pedro Sánchez. 3.- Doctrina política (en construcción).

Santuario francés. Así se llama el refugio y amparo que encuentran los terroristas de ETA en el sur de Francia, cuyas autoridades hacen la vista gorda hasta 1992, por lo menos.

Seguridad ciudadana. En el franquismo, se llamaba así a todo vasco o catalán disconforme con el régimen. En los primeros años de la democracia, el término queda fuera de uso, relegado a la extrema derecha. En la segunda década del siglo XXI se reincorpora al lenguaje político cotidiano.

Servidor público/servidor del Estado. Expresiones utilizadas por los políticos en los primeros años de la democracia, hoy están en desuso y si alguno las usa, nadie se lo toma en serio.

Sobres. Si en los años 90 se hablaba de «maletines» en referencia al trasiego de comisiones ilegales, en los años 10 se habla de «sobres» en referencia al trasiego de sobresueldos ilegales.

Social. 1.- En la dictadura y la Transición, sustantivo utilizado para denominar a un agente de la policía secreta Brigada Político Social. 2.- En la democracia, adjetivo que permite definir la «política» encaminada a mejorar el bienestar de la población y reducir la desigualdad.

Sociedad civil. Aunque su papel fue relevante en la Transición, la expresión no levanta el vuelo hasta bien entrado el siglo XXI. La crisis puso de relieve el escaso poder de la sociedad civil al cabo de varias décadas en las que se había delegado en el poder político.

Sorayos. Seguidores de Soraya Sáenz de Santamaría, por unos años número dos de Mariano Rajoy. Abocados a la extinción, buscan acomodo en el naciente pablismo (vid.).

Tecnócratas. Así se denomina en los últimos años del franquismo a los ministros que, cada vez más alejados de la ideología fundacional del régimen, defienden una política económica más abierta.

Tejerazo. Término coloquial usado en los años 80 para referirse al fallido golpe de Estado capitaneado el 23 de febrero de 1981 por el teniente coronel Antonio Tejero.

Tijeretazo. Término coloquial usado en los años 10 para referirse al nada fallido recorte de presupuestos, sueldos y servicios públicos.

Tráfico de influencias. Actividad de individuos procedentes del poder político (ex ministros, v. gr.) o cercanos al poder político (familiares, amigos, compañeros) que aprovechan para favorecer negocios e intereses privados o, directamente, para llevárselo crudo. El concepto aparece por primera vez en un documento público en 1984; una moción de Elena Vázquez y Luis Enciso, consejeros de RTVE, que hablan de «posibles corruptelas» y «tráfico de influencias».

Transversal/idad. Moda ideológica que da por superada la distinción clásica entre izquierda y derecha y, no digamos, conceptos como «lucha de clases» manejados en tiempos remotos por la izquierda.

Tribunal de Orden Público. Tribunal político de la dictadura para juzgar y encarcelar a sus adversarios.

Ultra. Apócope de ultraderechista, persona que en los 70 se opone activamente a la democracia. En los años siguientes también se opone, pero se calla porque sabe que ha quedado en minoría.

Úmedo. Militar de la Unión Militar Democrática (UMD), organización democrática que entre 1974 y 1978 intenta contrarrestar, desde el interior del Ejército, los movimientos involucionistas.

Verdad. Concepto que gozó de alta estima en el antiguo lenguaje político. Cayó en desuso con la llegada de los argumentarios y la posverdad.

Vieja política. Expresión utilizada por algunos recién llegados a la política para referirse a la política que hacen los demás.

Violencia machista. En la dictadura se hablaba de «crímenes pasionales» y algunos todavía hablan de «violencia doméstica» o «de género», pero se va imponiendo esta expresión, que se ajusta a la realidad contable: en España, medio centenar de mujeres son asesinadas por hombres cada año.

Este léxico político es uno de los contenidos del número 1 de la publicación trimestral impresa Archiletras / Revista de Lengua y Letras, disponible en quioscos y librerías Si desea suscribirse o adquirir números sueltos de la revista, puede hacerlo aquí https://suscripciones. archiletras.com/