Acaparadora soberbia
¡Si será soberbia la soberbia que acapara el nombre y el adjetivo, lo sustantivo y lo calificativo y determinativo! Mira la humildad, tan humilde. Y la sencillez, tan sencilla. Y la modestia, tan modesta. (Salvo algún Modesto, nombre propio, que resulta no modesto, sino inmodesto y hasta soberbio). El genio del idioma suele poner a cada cual en su sitio. Pero algunas palabras se rebelan.
Arsenio Escolar