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Elena Álvarez Mellado

Lingüista computacional. Estudiante de postgrado en la Universidad Brandeis (Massachussets). Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes 2018. Ha trabajado en proyectos de tecnología lingüística en la UNED, para Fundéu y en Molino de Ideas.

27 Abr 2021
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Radiografía del anglicismo en la prensa española

¿Cuántos anglicismos se usan en la prensa española? Con frecuencia se dice que muchos. Quizá hasta demasiados. ¿Pero cuántos son muchos? ¿Qué quiere decir demasiados? En principio, en la prensa española se usan del orden de 1,85 anglicismos por cada 1.000 palabras. Eso es lo que indican los resultados preliminares de Observatorio Lázaro, un proyecto cuyo objetivo es observar y rastrear el uso de anglicismos crudos en los periódicos españoles.

Y es que los anglicismos tienen mala prensa. O al menos eso parece. Hablamos de ellos en términos bélicos: los anglicismos invaden la lengua, la colonizan, es necesario defender el idioma. Pero, mirado con las gafas de la Lingüística, el fenómeno del anglicismo no es más que la enésima encarnación de un fenómeno lingüístico que es viejo como el mundo: el del préstamo léxico, es decir, el proceso por el que una lengua incorpora a su vocabulario términos de otra. La incorporación de préstamos nuevos plantea muchas preguntas lingüísticas interesantes. ¿Qué anglicismos se usan a diario? ¿Cuántos préstamos nuevos entran por la prensa? ¿En qué campos semánticos? ¿Cuántos de ellos se asientan?

Observatorio Lázaro (llamado así en homenaje al filólogo Lázaro Carreter) intenta responder a estas preguntas haciendo un seguimiento sistemático de los anglicismos crudos que se usan en la prensa española a diario. Para ello, un sistema informático se conecta diariamente a ocho medios de comunicación escrita españoles (elDiario.es, El País, El Mundo, ABC, La Vanguardia, El Confidencial, 20 minutos y Agencia EFE) y registra los anglicismos que aparecen en las noticias del día. El meollo de este sistema es un modelo de aprendizaje automático que ha sido entrenado para detectar anglicismos crudos en la prensa, es decir, un modelo probabilístico que, a fuerza de ver ejemplos de anglicismos, ha ‘aprendido’ a reconocer los patrones que caracterizan a los anglicismos y es capaz de detectar anglicismos en la prensa española, aunque no los haya visto previamente ni estén recogidos en un diccionario.

El proyecto se encuentra aún en un estado inicial, pero el rastreo de estos últimos meses nos proporciona una primera foto del uso de anglicismos en la prensa española. En el momento de la escritura de este artículo, la base de datos del proyecto sobrepasa los 90.000 anglicismos registrados desde abril de 2020. Los medios rastreados por Observatorio Lázaro usan una media de 1,85 anglicismos por cada 1.000 palabras (mediana 1,65), es decir, de media, cada poco más de 1.000 palabras nos encontraremos con unos 2 anglicismos (un dato en la línea de mediciones similares hechas sobre prensa en otras lenguas, como el francés). De los medios observados, El Confidencial es el que, proporcionalmente, más anglicismos suele incluir (con más de 3 por cada 1.000), mientras que EFE es el que menos (menos de 1 por cada 1.000). Cada mes el sistema registra entre 800 y 900 préstamos no detectados previamente, siendo El País el medio que más novedades proporciona (unos 200 al mes).

En cuanto a los anglicismos por secciones, la moda es la ganadora indiscutible con 17 anglicismos por cada 1.000 palabras, seguida a distancia por la sección de tecnología (7 por cada 1.000) y televisión (4 por cada 1.000). Las noticias nacionales, la sección de política y, sobre todo, los toros, son las secciones menos proclives a incorporar préstamos léxicos (aunque probablemente no hacía falta un estudio para vaticinar esto último). El sistema, no obstante, aún comete errores e irá mejorando con el tiempo, por lo que estos resultados son solo una primera aproximación.

Entre los anglicismos con más presencia, online suele aparecer invariablemente entre los más usados, al margen de la sección o del periódico (está por ver si su hegemonía se mantendrá al término de la pandemia), junto con app y streaming. Otros anglicismos, sin embargo, son característicos de ciertas secciones. Así, por ejemplo, en moda, encontramos palabras como look, influencer, outfit, oversize o print. En las secciones de deporte nos encontramos con términos como sprint, playoff, passing shot, staff o tie break. Mientras que la sección de tecnología se caracteriza por términos como software, smartphone, phishing o malware.

Sin embargo, los ejemplares más interesantes quizá no los encontremos entre los más frecuentes, sino en los últimos puestos de la lista. La frecuencia de anglicismos sigue una distribución en cola, es decir, hay unos pocos anglicismos que se usan mucho, y una ristra muy larga de anglicismos poco o muy poco frecuentes. En esa larga cola de anglicismos poco frecuentes se acumula el grueso de novedades a las que merece la pena no perder de vista. Es allí, en los confines de la cola de frecuencias, donde se juega la partida por el arraigo léxico. Entre estos anglicismos poco frecuentes encontramos rarezas de nicho como chunky sneakers (unas zapatillas de deporte de estilo noventero y con una suela particularmente grande), male tears (algo así como ‘gimoteo machuno’, usado para referirse a las quejas por nimiedades que emiten algunos hombres ante avances feministas), survival horror (un género de videojuegos) o el cocooning (el fenómeno de quedarse en casa en vez de salir), términos todos ellos específicos y que posiblemente resulten ajenos para los lectores legos en estas materias. Y es que, en último término, el paraguas del anglicismo abarca en realidad una multitud de fenómenos lingüísticos, que van desde el léxico de especialidad hasta la creación de términos comerciales o la sustitución léxica por prestigio lingüístico.

¿Se usan entonces demasiados anglicismos en la prensa? ¿Suponen los anglicismos un problema para el español? ¿Indica el uso de anglicismos que aprendemos a nombrarnos y a mirarnos bajo la óptica de un cristal extranjero? Estas preguntas, sin embargo, exceden el propósito de Observatorio Lázaro. El objetivo del proyecto se limita a observar y dar cuenta de lo que los hablantes hacen. Pero quizá el rastreo sistemático de anglicismos a largo plazo pueda proporcionarnos algunas pistas sobre cómo los hablantes incorporan el préstamo léxico. Seguiremos informando.

 

Observatorio Lázaro es un proyecto de Elena Álvarez Mellado, realizado bajo la supervisión de Constantine Lignos del Departamento de Informática de la Universidad de Brandeis. Los datos y resultados del proyectos se pueden con consultar en la web observatoriolazaro.es
Para saber más:
Álvarez Mellado, E. (2020). Lázaro: An Extractor of Emergent Anglicisms in Spanish Newswire (MS thesis, Brandeis University).
Núñez Nogueroles, E. E. (2017). An up-to-date review of the literature on Anglicisms in Spanish. Diálogo de la Lengua, IX, 1-54.
Pratt, C. (1980). El anglicismo en el español peninsular contemporáneo (Vol. 308). Gredos.

 

Este artículo de Elena Álvarez Mellado es uno de los contenidos del número 10 de la publicación trimestral impresa Archiletras / Revista de Lengua y Letras.
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